Etapa 1 - Donaueschingen _ Sigmaringen (101'5 km's)

Primeros kilómetros por Alemania: las ganas y deseos que traíamos para empezar a rodar por estas tierras se ven satisfechas con las primeras pedaladas.

Previamente salimos del hotel con la gasolina puesta a rebosar. Un buffet donde había de todo, donde había que probarlo. Allí dejamos el coche esperando a que esté cuando volvamos.

Salimos de Donaueschingen con una sonrisa como unos niños con una piruleta y empezamos a comer kilómetros.

Al principio, etapa muy llana donde rodamos rápidos, solo nos detiene las vistas tan magnificas que nos regalan estos parajes.

Llegando a Tuttligen, por culpa de tanta señalización de caminos para las bicis, me confundo de camino. Al llegar al otro pueblo nos damos cuenta de la confusión y tenemos que retroceder. Este despiste mío nos hace meternos unos 7 kilómetros de más. Menos mal que es llano y la vuelta nos favorece el viento. Por lo que pronto volvemos a nuestro camino.

Estos caminos son espectaculares,  imágenes que nos dejan sin palabras, cuadros hechos realidad. El disfrute de la belleza hace olvidar a Mérida el mosqueo con Scott por su pérdida.

Todo el camino de hoy tiende a ser llano hasta los últimos 35 kilómetros,  que empieza con continuos toboganes donde Merida, con su entrenamiento, los supera con bastante facilidad. Se nota que el trabajo hasta ahora se ha ido haciendo bien.

Al finalizar, a excaso 10 km's casualidades de la vida,  nos hemos encontrado con una pareja donde el chico (Rumano) trabaja en la universidad Autónoma de Madrid y su pareja nos han acompañado hasta Sigmaringen. Qué buenos consejos gastronómicos nos han dado, que viniendo dejabamos rastros de baba de lo bien q nos hablaban.

Llegamos a Sigmaringen. Tras despedirnos de Victor y Nicoleta procedemos a la búsqueda de alojamiento. Se nota que estamos en zona turística. Encontrar un hotel cuesta.... y por fin, localizamos uno en el centro de la ciudad. La visitamos, recuperamos las piernas y descansamos para afrontar el día de mañana.

Paramos en nuestro mismo hotel, nos sentamos en la terracita y nos empezamos a tomar sendas cervezas alemanas (habrá que probar algo autóctono no?...).  Y casualidades de la vida... vemos subir a Víctor y Nicoleta, les saludamos y se sientan con nosotros a acompañarnos e intercambiar una agradable conversación en español. Da gusto encontrarse compañeros de camino como ellos: una agradable presentación en el camino y una amigable conversación durante el descanso. Os dejamos por hoy. Toca cenar y prepararse para la nueva ruta.