Nos levantamos con el ruido de la llovizna de toda la noche, desayunamos como reyes y al preparar las alforjas, revisamos que nos faltan los manguitos de Merida, por mas que busquemos no aparecen. Al final llegamos a la conclusión que el día anterior cuando preguntamos en la oficina de turismo, alguien se acercaría a las bicis y los tomaría prestados.
Salimos del alojamiento dirección a una tienda de bicis, la rueda delantera de Merida necesitaba una operación urgentemente, cambio de eje delantero y poner recto el disco del freno. Parece que el viaje de la semana pasada no lo soportó muy bien la pobre bici.
Tras la reparación, conseguimos encontrar otros manguitos para Merida. Confiemos que estos duren más. Hacemos la compra de la comida del día y siendo las 11 de la mañana, reanudamos la marcha.
Salimos de Linz con ligera llovizna, el cielo parece que quiere abrirse pero lo hace timidamente. Pedalando felices, aunque haya agua, el viento lo tenemos a nuestro favor y conseguimos llegar a Mauthausen.
Mauthausen dispone de un gran campo de concentración de la Segunda Guerra Mundial. Hacemos parada en el Campo de Concentración, puesto como Museo, Memorial... para que nadie olvide el desastre de cómo una persona es capaz de dominar la mente de millones de personas.
Tras hora y media que dura nuestra visita, reanudamos la marcha, la llovizna que había ha desaparecido y el cielo empieza a ponerse mas claro, no termina despejarse pero no intimida con lluvia.
Seguimos pasando ciudades, Albern, Au y antes de llegar a Mitterkirchen, el camino discurre por el lateral del Danubio que encontramos un paraje fantástico para detenerse y almorzar, miestras nos deleitamos del sonido de los pajaros y del viento.
Son las tres y media de la tarde, habría que pensar donde dormir esta noche. Tras revisar los sitios que nos quedan, decidimos que a partir de Grein empezaremos a buscar.
Asi que con esa idea reanudamos la marcha, el viento sopla a favor y hace que tengamos un ritmo vivo, tanto que los 23 km's que teniamos de distancia hasta Grein nos lo hacemos en una hora.
Llegamos a Grein y la belleza del pueblo hace decidirnos que de este lugar no pasamos hoy.
Buscamos alojamiento, hoy toca dormir con una señora mayor, con la que no nos entendemos ni papa, pero con la que nos echamos nuestras risas al intentar descifrar a qué hora desayunamos mañana.
Paseito por el pueblo y a descansar.
Hasta Mañana!
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