Tras el día anterior, Merida se ha despertado ya cansada, los dias y los kilómetros están empezando hacer mella en sus piernas.
Nos preparamos y cuando vamos a desayunar, una falta de entendimiento, pillamos a los caseros del hospedaje dormidos aun. Pensaron que comentamos de desayunar a las 8:30 y nosotros a las 7:30, por lo que al final desayunamos algo mas tarde, mientras tanto preparamos el equipaje en las bicis para salir apenas terminemos desayunar.
Al final, salimos cerca de las 8:30, pasando por un mercado para terminar de comprar provisiones, agua y embutido de verduras, un embutido que lo descubrimos el año pasado en Alemania (huevo cocido, brocoli, zanahoria, tomate,... todo con gelatina blanca) y este año aun no lo habiamos comido, asi que para el bocata de hoy, será de ese embutido.
Entre pitos y flautas, son las 9 cuando salimos, pocos pueblos hay que pasar hasta viena, Erpersdorf, Pischeldorf, Langenschönbich, Tull y Korneuburg.
Se nota que estamos cerca de una gran ciudad, hay mas ambiente, mas ciclistas, mas coches, mas casas, mas ciudad.
Pasamos Langenzersdorf y cogemos el desvío por la isla que tiene el Danubio en su paso por Viena, espectacular, agua por ambos lados, que aprovechamos, en una de sus pequeñas playitas, en disfrutar de un baño de las aguas del rio.
Tras el baño, el almuerzo y el descanso, decidimos continuar para llegar a Viena y buscar alojamiento, cosa que conseguimos llevandonos un chaparrón. Si, apareció una tormenta de la nada, pues el día era soleado y caluroso. Acostumbrados de días anteriores, decidimos terminar con el día buscando un buen hotel, cosa que conseguimos y decidimos hacer noche más dia de descanso.
Asi que mañana a disfrutar de Viena y que Merida recupere sus fuerzas.
Saludos a todos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario